lunes, 21 de julio de 2014

LA SOBRECIMENTACIÓN

Hemos pasado al siguiente capítulo. Ahora estamos levantando un pequeño murete de unos 50 cm de altura utilizando para ello bloques de termoarcilla de 19x19x30 machihembrados.


¿Pero esto no era una casa de fardos de paja? Lo es, pero tened en cuenta que el punto débil de una casa de paja es la humedad. Está claro que hay que separarla del suelo porque de ahí pueden subir filtraciones  y porque aunque el techo tendrá un alero de medio metro, puede no ser suficiente para que la parte inferior de los muros estén protegidos del todo de la lluvia. El agua convierte el interior de un fardo de paja en un nicho estupendo para ciertos hongos que acabarían devorando nuestros muros.
Teníamos varias opciones para hacer este murete: usar piedra era una de ellas, pero hubiera resultado demasiado cara y desde luego difícil de manejar para dos albañilas novatas como nosotras. Los ladrillos también eran una opción pero leyendo leyendo, vimos que la termoarcilla tenía cierto poder para evitar el efecto de capilaridad, parecía sencilla de poner, y el argumento definitivo fue que al ser la piezas más grandes, acabaríamos antes.


Algunos constructores con fardos de paja aconsejan meter un plástico entre dos hiladas de bloques con el fin de que el agua que pudiese filtrarse por algún lado lo tuviese difícil para colarse por debajo de la casa. Nosotras lo hemos probado, en esta foto lo veis:


Pero hemos decidido no seguir poniéndolo por dos motivos: el plástico dificulta la colocación de los bloques y además el cemento resbala sobre él y el muro pierde cohesión.
Si os dais cuenta, en la segunda hilada ya se ve el hueco de la puerta:


Cuando esté lista la tercera hilada colocaremos este premarco que Emi tiene preparado:


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