Teníamos varias opciones para hacer este murete: usar piedra era una de ellas, pero hubiera resultado demasiado cara y desde luego difícil de manejar para dos albañilas novatas como nosotras. Los ladrillos también eran una opción pero leyendo leyendo, vimos que la termoarcilla tenía cierto poder para evitar el efecto de capilaridad, parecía sencilla de poner, y el argumento definitivo fue que al ser la piezas más grandes, acabaríamos antes.
Algunos constructores con fardos de paja aconsejan meter un plástico entre dos hiladas de bloques con el fin de que el agua que pudiese filtrarse por algún lado lo tuviese difícil para colarse por debajo de la casa. Nosotras lo hemos probado, en esta foto lo veis:
Pero hemos decidido no seguir poniéndolo por dos motivos: el plástico dificulta la colocación de los bloques y además el cemento resbala sobre él y el muro pierde cohesión.
Si os dais cuenta, en la segunda hilada ya se ve el hueco de la puerta:
Cuando esté lista la tercera hilada colocaremos este premarco que Emi tiene preparado:
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